SANTIAGO.- Luego de diez años alejado de las teleseries, específicamente desde que hizo “Piel canela” el 2001 en Canal 13, y tras un período en que incursionó en el mundo de la política siendo diputado, Álvaro Escobar regresa a las producciones dramáticas y lo hace como parte de “Témpano”, la telenovela vespertina de TVN en la que interpretará a “Marcos Fuentealba”.
Este hombre será el amante de “Loreto Alcántara” (María Izquierdo), quien aparecerá en escena en medio de la crisis que tiene esta mujer con su marido, “Álvaro Grau” (Francisco Melo). Y si bien ella intentará terminar con él para restablecer su matrimonio, “Marcos” no tolerará esto y querrá acercarse aún más a su amada, por lo que llegará a su trabajo. Es que aprovechando del mal momento por el que pasa la flota “Témpano”, “Fuentealba”, como asesor comunicacional, aterrizará en ésta para potenciarla y sacarla adelante, llegando, así, directamente a la vida de la mujer que no pretende dejar escapar.
Acerca de este regreso a las teleseries y lo que ha implicado volver a los sets después de varios años, Escobar señala a Terra.cl que “ha sido divertido y la primera impresión que tengo es que es sorprendente cómo los años de oficio no te abandonan y, además, cómo la felicidad de hacer lo que te gusta influye en que ese piloto automático y esos años de oficio simplemente fluyan”.
En relación a cómo se dio esta vuelta a la pantalla chica, Álvaro declara que le habían dado ganas de retornar a las telenovelas, “veía entretenidos a mis compañeros”, destaca al respecto, lo que se unió a un correo electrónico de un productor de TVN en donde le pedía poder juntarse con él en el canal… y así todo fluyó rápidamente y en febrero pasado ya estaba grabando. “Fue una feliz coincidencia”, agrega en torno a este regreso a los sets.
En ese sentido, confiesa que su vuelta a las producciones dramáticas tiene que ver con “una expectativa muy concreta de felicidad en el ejercicio de un oficio que yo elegí hace muchos años después de haberme licenciado en Derecho en la Universidad de Chile”, mientras que consultado por si quiere seguir en esto más allá de “Témpano”, el actor de teleseries como “Rojo y miel”, “Loca piel” y “Sabor a ti” manifiesta que “me gustaría estar en un lugar en donde alguien crea que puedo ser útil, o sea, si alguien cree en el canal o más adelante un director o un guionista considera que sería valiosa mi actuación en una producción, probablemente voy a estar ahí”.
Y hoy, simplemente, Álvaro está feliz en TVN, destacando que “todavía no termino de saludar y de ver a la gente con la que yo empecé como actor profesional en el año 92, con `Amame´, y ahí están, hay hijos y hay historias de vida que son maravillosas”, recordando, entre risas, que “yo entraba por las multicanchas y ahora es el Patio de las Comunicaciones. De hecho, la última teleserie que hice en Televisión Nacional de Chile es del siglo pasado, es de 1999 (`Aquelarre´)”.
Pero más allá de este retorno a la TV, Escobar ha estado concentrado en el último tiempo en la construcción de su teatro, el que llevará por nombre Teatro de la Aurora y el cual estará ubicado en Avenida Italia, en la comuna de Providencia. Éste abrirá sus puertas en septiembre con una primera sala para 60 personas y en el 2012 tendrá una segunda sala, ya más grande, para 120 personas. A eso se suma que es muy probable que regrese a la radio en el mes de abril, específicamente a la radio Universidad de Chile.
Además, Álvaro potenció su faceta musical el 2010 con su banda “Todavía no es nunca”, con la cual lanzaron su primer disco en noviembre pasado y con muy buenas críticas y comentarios. Según cuenta, este álbum tiene 10 canciones de “`música a cielo descubierto (rock fundamentalmente)´, en donde oficio de autor, poeta lírico y vocalista”.
Y a pesar de estar en estos múltiples proyectos, el ex diputado da a conocer que, ante todo, su mayor preocupación en la vida es su hija Aurora, “mi primera prioridad es mi hija, todo se tiene que adaptar al cuidado y crianza de ella, y a crear una relación entre esta niña de tres años y medio y un papá que no será un joven, pero sí tiene cuarenta y cuatro años, entonces quiero darle papá a ella. Ese es mi principal rol y eso no va a cambiar”.
De hecho, el nombre de la niña es el de su teatro, sobre lo que Àlvaro Escobar sintetiza que “es Aurora por un nuevo comienzo, por la primera luz del día, por la idea de amanecer, por eso mi hija tiene ese nombre y el teatro también, ya que ambos comparten esa idea”.(via terra)
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