posteado por: Luis Breull
Era un secreto a voces, que finalmente decantó el jueves pasado: María Elena Wood salió de la dirección de programación de TVN, ad portas de cumplir dos años en el cargo y exhibir una gestión compleja que, desde la mitad del 2010, comenzó a mostrar sus errores y debilidades. Y que el 2011 hizo crisis.
Cierra un ciclo plagado de altibajos, con reducción de la oferta de géneros en pantalla -los 645 capítulos de Pelotón y sus satélites son sólo un ejemplo; los 2300 episodios y avances de telenovelas nacionales y extrajeras son un segundo-, un liderazgo centrado en su prestigio y capacidad intelectual como realizadora más que estratega, y apoyado en un pequeño equipo de confianza (de rendimiento irregular y preferentemente orientado al género de telerrealidad).
Junto con ella termina un período asociado a los proyectos de la dirección ejecutiva de Daniel Fernández (julio 2004-abril 2010), donde TVN construyó marca desde la pantalla, el marketing comunicacional y el lobby, dejando trunco el promocionado plan estratégico “TVN 2012”. La misma era en que Vicente Sabatini ocupó el cargo de director de programación y con su equipo gestó proyectos como ¿Dónde está Elisa? y Algo Habrán Hecho, y que luego Wood plasmó en pantalla. Por lo mismo, es probable que quien llegue a sucederla tenga que administrar una serie de programas planificados por su team.
El fracaso de la gestión Wood no obedece sólo a las complejidades y exigencias del cargo -que requiere creatividad para desarrollar formatos, conocimiento de la industria, instinto en el vínculo exitoso con los públicos y, en especial en TVN, experiencia para entender que el negocio en un canal público es más que rating y visibilizar situaciones cotidianas-, sino a errores de planificación y evaluación, sumado a la falta de advertencia en la lectura de los escenarios de competencia (industrial y político). Pero siendo ecuánimes, este escenario también compromete a su núcleo de productores ejecutivos de confianza y defensores incondicionales -corresponsables, diría yo- de su gestión; Nicolás Quesille y Claudia Godoy.
Al tabular y analizar el ranking de los ciclos de programas que superaron los 20 puntos de rating hogar promedio bajo la dirección de programación de María Elena Wood se aprecia que no existen grandes aciertos, sino una inercia asentada en grandes eventos deportivos, debates electorales de Anatel, programas de la dirección de Prensa de TVN, teleseries nocturnas, un solo ciclo estelar de conversación y humor, más TV Tiempo. Y principalmente programas emitidos el 2009, algunos que venían heredados del ciclo de planificación de proyectos de Sabatini:
-Las finales de Pelotón 2009 (36,6 puntos) y 2010 (24,4) que se miden por separado de sus respectivas temporadas, el ciclo Pelotón 2009 (24,1) y su estelar satélite Abre los Ojos (20,8).
-Las teleseries nocturnas ¿Dónde está Elisa? (35,3), Conde Vrolok (22,7) y 40 y tantos (20,2).
-Un especial con La previa al Mundial de Sudáfrica (29,3) y las emisiones de los partidos (22,1).
-Un especial con el espectáculo Bicentenario desde La Moneda Pura energía/puro Chile (24,9).
-Los Debates Presidenciales 2009 (23,1).
-La temporada 2009 de Informe Especial (20,9).
-La temporada 2009 de El día menos pensado (20,8).
-La temporada 2009 de TV Tiempo (20,6).
-Halcón y Camaleón (20,4).
-El ciclo de reportajes magazine de archivos TVN 40 años tu historia es mi historia (20,0).
Entre el 2009 y 2011 hubo otros hechos que afectaron a TVN, y que son de responsabilidad de quienes administraron su pantalla: el anuncio del fin de Los Venegas, las salidas de Rafael Araneda, Tonka Tomicic y Martín Cárcamo, de los productores ejecutivos Jaqueline Cepeda, José Antonio Edwards y Augusto Góngora, más directores, editores y productores (en su mayoría migrados a Canal 13). También parte del staff de actores que se fue a CHV junto con Sabatini, incluida Claudia Di Girólamo.
Buscar al próximo director de programación de TVN no es tarea fácil. Menos si se mira la industria, donde lo lógico sería aspirar a contratar a los mejores, condición que obliga a pensar sólo en quienes están actualmente detentando esos cargos en CHV, Canal 13, Mega u otra cadena nacional. Dadas las características y necesidades del puesto, requiere más que un experto en management o en marketing. Creo que tiene que ser un ejecutivo que entienda en esencia de contenidos y múltiples lenguajes/formatos audiovisuales, con mentalidad abierta, capaz de generar liderazgos proactivos y fortalecer el trabajo interno de los equipos, alinear las miradas en torno al rol de la televisión pública y asumir el desafío político que conlleva estar en TVN como medio público a cargo de la confección de la parrilla programática -la cara visible y oferta principal a las audiencias- anclada en tres ejes que el antropólogo Marc Augé define muy bien para los mundos contemporáneos: pluralidad, alteridad e identidad.
Cierra un ciclo plagado de altibajos, con reducción de la oferta de géneros en pantalla -los 645 capítulos de Pelotón y sus satélites son sólo un ejemplo; los 2300 episodios y avances de telenovelas nacionales y extrajeras son un segundo-, un liderazgo centrado en su prestigio y capacidad intelectual como realizadora más que estratega, y apoyado en un pequeño equipo de confianza (de rendimiento irregular y preferentemente orientado al género de telerrealidad).
Junto con ella termina un período asociado a los proyectos de la dirección ejecutiva de Daniel Fernández (julio 2004-abril 2010), donde TVN construyó marca desde la pantalla, el marketing comunicacional y el lobby, dejando trunco el promocionado plan estratégico “TVN 2012”. La misma era en que Vicente Sabatini ocupó el cargo de director de programación y con su equipo gestó proyectos como ¿Dónde está Elisa? y Algo Habrán Hecho, y que luego Wood plasmó en pantalla. Por lo mismo, es probable que quien llegue a sucederla tenga que administrar una serie de programas planificados por su team.
El fracaso de la gestión Wood no obedece sólo a las complejidades y exigencias del cargo -que requiere creatividad para desarrollar formatos, conocimiento de la industria, instinto en el vínculo exitoso con los públicos y, en especial en TVN, experiencia para entender que el negocio en un canal público es más que rating y visibilizar situaciones cotidianas-, sino a errores de planificación y evaluación, sumado a la falta de advertencia en la lectura de los escenarios de competencia (industrial y político). Pero siendo ecuánimes, este escenario también compromete a su núcleo de productores ejecutivos de confianza y defensores incondicionales -corresponsables, diría yo- de su gestión; Nicolás Quesille y Claudia Godoy.
Al tabular y analizar el ranking de los ciclos de programas que superaron los 20 puntos de rating hogar promedio bajo la dirección de programación de María Elena Wood se aprecia que no existen grandes aciertos, sino una inercia asentada en grandes eventos deportivos, debates electorales de Anatel, programas de la dirección de Prensa de TVN, teleseries nocturnas, un solo ciclo estelar de conversación y humor, más TV Tiempo. Y principalmente programas emitidos el 2009, algunos que venían heredados del ciclo de planificación de proyectos de Sabatini:
-Las finales de Pelotón 2009 (36,6 puntos) y 2010 (24,4) que se miden por separado de sus respectivas temporadas, el ciclo Pelotón 2009 (24,1) y su estelar satélite Abre los Ojos (20,8).
-Las teleseries nocturnas ¿Dónde está Elisa? (35,3), Conde Vrolok (22,7) y 40 y tantos (20,2).
-Un especial con La previa al Mundial de Sudáfrica (29,3) y las emisiones de los partidos (22,1).
-Un especial con el espectáculo Bicentenario desde La Moneda Pura energía/puro Chile (24,9).
-Los Debates Presidenciales 2009 (23,1).
-La temporada 2009 de Informe Especial (20,9).
-La temporada 2009 de El día menos pensado (20,8).
-La temporada 2009 de TV Tiempo (20,6).
-Halcón y Camaleón (20,4).
-El ciclo de reportajes magazine de archivos TVN 40 años tu historia es mi historia (20,0).
Entre el 2009 y 2011 hubo otros hechos que afectaron a TVN, y que son de responsabilidad de quienes administraron su pantalla: el anuncio del fin de Los Venegas, las salidas de Rafael Araneda, Tonka Tomicic y Martín Cárcamo, de los productores ejecutivos Jaqueline Cepeda, José Antonio Edwards y Augusto Góngora, más directores, editores y productores (en su mayoría migrados a Canal 13). También parte del staff de actores que se fue a CHV junto con Sabatini, incluida Claudia Di Girólamo.
Buscar al próximo director de programación de TVN no es tarea fácil. Menos si se mira la industria, donde lo lógico sería aspirar a contratar a los mejores, condición que obliga a pensar sólo en quienes están actualmente detentando esos cargos en CHV, Canal 13, Mega u otra cadena nacional. Dadas las características y necesidades del puesto, requiere más que un experto en management o en marketing. Creo que tiene que ser un ejecutivo que entienda en esencia de contenidos y múltiples lenguajes/formatos audiovisuales, con mentalidad abierta, capaz de generar liderazgos proactivos y fortalecer el trabajo interno de los equipos, alinear las miradas en torno al rol de la televisión pública y asumir el desafío político que conlleva estar en TVN como medio público a cargo de la confección de la parrilla programática -la cara visible y oferta principal a las audiencias- anclada en tres ejes que el antropólogo Marc Augé define muy bien para los mundos contemporáneos: pluralidad, alteridad e identidad.
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